Muchos hombres desean volver a las fuentes originales del poder masculino, que no se alimenta de la explotación y la imposición sino de una profunda humanidad compartida. La verdadera revolución del varón, más que política, es psicológica y afectiva, es la conquista de la libertad interior y el desprendimiento de las antiguas señales ficticias de seguridad. Tal como dice el refrán: "No es rico el que mas tiene, sino quien menos necesita". Y los hombres debemos reconocerlo: hemos necesitado de demasiadas cosas inútiles para sobrevivir.
LA AFECTIVIDAD MASCULINA. WALTER RISO |
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